El cultivo sin suelo adopta cada vez más el ozono para la desinfección
"El cultivo sin suelo está orientándose cada vez más hacia el ozono para la desinfección y el tratamiento de las aguas de riego", confirma Giorgio Zaffani, de la empresa italiana Ecofarm Storti, especialista en el uso del ozono y una de las primeras en Europa en desarrollar la técnica para su uso en sistemas sin suelo.
"En los últimos dos años han aumentado los pedidos de sistemas de ozono tanto por parte de los viveros como de los productores sin suelo de frutas y hortalizas. Y es que los operadores se han dado cuenta de los grandes beneficios sanitarios que se obtienen con esta técnica y de los resultados positivos en términos de rendimientos. Además, se simplifica la gestión del invernadero", explica Zaffani.
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Y no solo en Italia, puesto que Ecofarm Storti trabaja también en Austria y Suiza, en empresas productoras de tomates y pepinos en particular, pero también de fresas. "Gracias al tratamiento con ozono, se desinfecta todo el sistema de riego, eliminando la biopelícula también de filtros y goteros. Se tratan grandes volúmenes de agua de manera rápida, porque el sistema se diseña y modula según las necesidades de las diferentes empresas".
"El ozono satura el agua y, en combinación entre las dos moléculas, da origen a radicales libres cuyo efecto es la saturación de la concentración de oxígeno. También las raíces se benefician, ya que se muestran vigorosas en su desarrollo. Además, el aumento de la superficie de las raíces ayuda a las plantas a ser más eficientes en la absorción de nutrientes, lo cual lleva a plantas más desarrolladas en menos tiempo. Los radicales libres protegen las raíces de las enfermedades típicas y no dejan residuos. En resumen, es una técnica sin impacto ambiental que mantiene alto el nivel de sanidad del cultivo, favoreciendo así su desarrollo", continúa Zaffani.
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El sistema, una vez diseñado y planificado, es de fácil instalación y en su uso no requiere de ningún input, excepto la electricidad para hacerlo funcionar.
"Algunos clientes han confirmado que la inversión se recupera por completo en 12-24 meses, pues se reducen drásticamente las enfermedades y se obtienen mayores rendimientos. En el vivero, especialmente, se elimina el problema de los replantes".
"Ya contamos con más de 100 hectáreas de invernaderos con cultivos sin suelo tratados con nuestro sistema y tenemos nuevos proyectos en Italia, Austria, Suiza y Alemania", concluye Zaffani.